Una pequeña restauración en un piso de muchos años hace que recuperemos una joya del pasado como este miniapartamento, que se consiguió un lugar cómodo y acogedor.
La tradición se palpa gracias a la pared de ladrillo protagonista sin duda de la estancia principal ya que la comparten la cocina abierta con el salón. Todo con un toque industrial que da gracias a la pared y los taburetes de metal de la cocina.
Otra de las cualidades de este miniapartamento es la reutilización de materiales, como podéis ver la mesa de centro de palet, las mesillas de noche echas con antiguas cajas de frutas, y las estanterías del cuarto de baño que son piezas de metal. Grandes ideas de bajo coste que le dan el toque extra de tradición.
Para la calidez del hogar lo consiguen con el suelo laminado de madera y los textiles, una mezcla de estampados y tonalidades neutras.
¿Que os ha parecido este miniapartamento?
Feliz día!!